EDICIÓN 2023

REPORTAJE

FERIA TÍTERES LLEIDA 2023

La Feria de Títeres de El Testamento, Loco y Corpus

Dani Chicano

Ya son 34. Un año más ha sido una edición fascinante de la Feria de Títeres de Lleida, la muestra más importante del género en nuestro país. Recordaremos esta feria por la inauguración, las ShortStories del DIRTZ Theatre , y su clausura, el Loco de la compañía chilena Belova-Iacobelli, ambos espectáculos ejecutados con una técnica impecable, tachando el virtuosismo. Pero también la recordaremos por el sorprendente El Testamento , de Ramon Molins (ZumZum Teatre), por el sorprendente Le Faux-Orchestre de La Mue/tte, por la nueva delicatessen de la compañía El Patio, que se titula Entrañas , por el etéreo Corpus de Xavi Bobés, por el virtuosismo en la manipulación de la sensacional clase magistral-espectáculo del maestro del género, Toni Rumbau.

Sólo puede pasar a Lleida que te reciban con una pequeña botellita de Eau de Marionette. Es de aquellos pequeños detalles típicos de la organización de este certamen, que convierten la estancia de quienes vamos a Lleida en una experiencia memorable. profesionales y más medios para la realización de actividades profesionales y paralelas.

La Lonja, precisamente, fue el escenario del espectáculo de inauguración, a cargo de la compañía occitana, de Ardeixa, DÍRTZ Theatre. Los artistas Jolanda Löllmann y Charlie Denat, formados en circo, danza y títeres, sobresalieron en la representación de ShortStories , un tríptico formado por las piezas breves Alias ​​, Nonna(s) don’t cry y Le troisième pas . Las dos primeras son unos magníficos solos de Denat y Löllmann en los que se pregunta quién manipula a quién. Donde los intérpretes juegan en torno al enigma del desdoblamiento, de la espiritualidad del ser humano, de la diferencia entre interior y exterior, sin tratar de contar una historia concreta, cuestión que, para un público que lleva una jornada intensa, dificulta su recepción. Todo es cuestión de dejarse sugerir.

En ShortStories , un hombre torturado, surgido del interior de un joven bailarín, que parece que lleve el peso del mundo a sus espaldas, da paso en la siguiente historia a una anciana manipulada por una mujer joven, a un nuevo juego entre interior y exterior, entre apariencia y realidad, que resulta un homenaje a todas las madres, a sus madres ya sus madres. sobre todo a la manipulación de los títeres llega a su cenit en la tercera pieza del tríptico, un paso a deux, que se convierte en un paso a tres y que profundiza en la noción de interdependencia. Sensacionales.

Antes del espectáculo inaugural, la actividad ya había comenzado con un volumen considerable, con una gran concentración de espectáculos en la Seu Vella y su entorno. La Compañía eLe, el dúo formado por Raquel Batet y Marta Lorente, mostraron un trabajo aún no terminado, L’Extraordinària , una pieza de títeres de hilo que manipulan con destreza y que incide en la libertad individual de las personas mayores, en su autonomía personal a pesar de su edad. Presentan a dos ancianos y sus facecias en su residencia, salpicado de un humor absurdo y delirante que enternece la mirada del público. Falta terminar la pieza, pero el camino recorrido es prometedor. Y de L’Extraordinària caímos en la fascinación provocada por Le Faux-Orchestre de La Mue/tte, que ganó el Dragón de Oro al mejor espectáculo de calle ya la propuesta más innovadora. Santiago Moreno es un hombre-orquesta literalmente, pero también es un titiritero. En la primera parte del espectáculo, cargando un artilugio parecido a una mochila que incorpora incontables instrumentos, con poleas y cuerdas que sirven para tocarlos, Moreno interpreta de forma impecable una pieza que podría ser un bolero. En la segunda parte, Moreno tiene un compañero sobre la escena, su propio desdoblamiento, otro músico con el que, espalda contra espalda, dialoga a través de la música pero también del movimiento, las cuerdas y poleas que los unen y la dependencia que tiene el uno del otro. El efecto es asombroso.

Virtualidad y virtuosismo

The Erlking es una propuesta de títeres virtuales 360º del Puppet Theatre Zwickau (Alemania). Es toda una experiencia, con algunos inconvenientes para disfrutar plenamente. El espectáculo se basa en una leyenda perteneciente a la mitología nórdica, la del Erlking, un siniestro rey elfo que reside en el bosque y mata a las criaturas que permanecen allí demasiado tiempo. Esta historia fue incorporada a la literatura romántica alemana a través de la obra de Herder, pero sobre todo de la de Goethe y el poema homónimo, que se basa en el espectáculo. Para disfrutar del espectáculo el público hace falta que se calce unas gafas de realidad virtual y es entonces cuando aparecen los problemas: te puedes marear y ese efecto se acentúa porque te encuentras en un claro de bosque en el que entran y salen aleatoriamente los dos protagonistas humanos de la historia, los espíritus del bosque, el mismo Erlking…, pero girarte constantemente y pierdes parte de la acción, hasta que desistas de intentar localizar en qué punto del claro entrarán los personajes. Los títeres, elaborados en su mayoría a base de huesos y ramas, son muy bonitos y la historia, romántica, en el sentido más escabroso del término.

El aire fresco se agradece, antes de entrar a ver a Folie à deux , de la jovencísima compañía Colectivo La Diógenes. Laia Campamá y Pau Garcia presentan una pieza breve, sin palabras, en la que dos personajes comparten espacio y bailan antes de la despedida definitiva. La dificultad para comunicarse parece ser el catalizador dramático de una historia en que los títeres son las manos de los titiriteros, que juegan pero con todo su cuerpo convirtiendo la media hora que dura el espectáculo en una coreografía medidísima. La aportación en la dirección de Zero en Conducta debe tener algo que ver. Imposible no pensar en los deliciosos 20 minutos de Normalmente o viceversa , de Tercio Incluso, que también pudo verse en Lleida en una edición anterior de la feria, en el mismo espacio (iglesia de Sant Martí) y en una disposición escénica similar.

La trinidad de la excelencia y el gamberrismo

El Testamento (Zum Zum Teatre), Corpus (Xavi Bobés) y Entrañas (El Patio) fueron, de largo, los mejores espectáculos de la feria, junto a los espectáculos de inauguración y clausura. El Testamento es una pieza de teatro de objetos para adultos fruto de un proceso de introspección de su creador, Ramon Molins, instigado por Jokin Oregi, que participa en una dramaturgia y una dirección hechas a ocho brazos por los propios Oregi y Molins, pero también con la intervención de Izaskun Fernández y Julian Sáenz, que son los miembros de la compañía El Patio (La Rioja). A partir de una cuestión de carácter existencial – ¿Cuál será nuestra huella en esta sociedad? ¿Qué dejaremos detrás nuestro en herencia?— Ramon Molins construye un monólogo cargado de humor, de emoción, de pasión y de amor haciendo un repaso a su trayectoria personal y profesional con una autenticidad, sencillez y humildad que desarman y provocan la catarsis colectiva que se vivió en la sala del oro.

Ramon Molins, que se ha dedicado toda su vida al teatro pero que además es lo que podríamos llamar activista cultural y vecinal, tiene la gran habilidad de resignificar los objetos neutros que va utilizando para contar la historia, otorgándoles una carga emocional y simbólica nueva de manera similar a como lo hacen los Detectives de Objetos (Oligor) sus espectáculos. Lo mejor de todo es comprobar como esta propuesta, de un gran riesgo por lo que supone mostrarse, desnudarse, que siempre es un acto íntimo, toma paradójicamente una dimensión universal que permite que el público se vea reflejado en ella toda la vida.

Otro maestro en la manipulación de los objetos es Xavi Bobés. Su Corpus es una pieza bellísima, profundamente humanista, en la que el manipulador recorre a principios del ikebana japonés para mostrarnos de forma radicalmente poética el ciclo vital, siendo todo fruto de la observación atenta. Percibimos el paso del tiempo, la interacción del hombre con la naturaleza, las heridas que éste le inflige, la relación con lo que le rodea y, finalmente, su desaparición mientras la vida continúa y la naturaleza vuelve a hacer suyo el espacio, para volver a empezar el círculo. Mientras Bobés se mueve con exactitud ritual, la escultura va tomando forma y Frances Bartlett, que interpreta con sabiduría piezas del barroco (EF dall’ Abaco, O. Gibbons) y propias, pone la textura y la emoción. También se aprecia en esta prenda una sutil crítica al capitalismo. Corpus , que se estrenó en 2020, ha sido ganador del Dragón de Oro del jurado internacional de la edición de este año de la feria.

La jornada se redondeó con Entrañas, el nuevo espectáculo de El Patio, que se estrenaba en Cataluña. Izaskun Fernández y Julian Sáenz, tal y como explicaron después de la función, decidieron un buen día iniciar un proceso de investigación sobre la anatomía humana. Y quedaron atrapados. Buscando la respuesta a preguntas como, ¿de qué estamos hechos?, ¿o cómo es posible que un conjunto de materia tome vida?, los dos titiriteros, atrapados por el lenguaje científico y su extraña poética, rascaron y rascaron, hasta que el problema fue filtrar la cantidad de información que manejaban, acotar una cuestión que amenazaba con sepultarlos.

Su afán investigador al descubrir tratados antiguos sobre el cuerpo humano fue similar al del aventurero cuando choca con libros y grabados antiguos de geografía o ciencias naturales, con mapas de lugares remotos, nombres exóticos y misteriosos. Las preguntas sobre este inesperado universo se amontonan y cuanto más se profundiza, surgen más dudas, que son el catalizador dramatúrgico de la pieza. En Entrañas funciona a la perfección el juego de contraponer el plano científico, material, empírico, racional, con el plano emocional, el de los sentimientos. Funciona gracias a que Fernández y Sáenz superan el reto de guiar al espectador en un viaje aparentemente complejo, que combina los dos planos, con el lenguaje artístico que ya los conocemos y que va creando escuela. El espectáculo fue merecedor del Dragón de Oro a la mejor escenografía.

La jornada cerró con una gamberrada, Los secretos de Ecdisi , de Twisted Fairground, que ellos mismos bautizan como experiencia “bizarre” (extraña). Los secretos de Ecdisi presenta un par de charlatanes y tres atracciones que son una verdadera locura: Kazimira y los gemelos peligrosos, el Hospital del Infierno y Serpentina. Todo ello tiene el aire de una atracción de feria absolutamente decadente, con un presentador sin apenas voz, que no domina el idioma y que se entendería mejor incluso si hablara en su lengua materna, una ayudante de lo más inquietante, muñecos deformes, mucho descaro y un punto de humor negro que culmina con el humor negro bailarina del vientre con dos serpientes manipulado como un camión. Es todo pasado de tuerca, demencial, pero perfectamente adecuado en el contexto de una feria o festival.

Cierre excepcional

La última jornada también resultó muy intensa. Para empezar, Manual , de los uruguayos Coriolis, una pieza construida a partir de varias manos que se mueven, trabajan y construyen varios mundos con una poética y plasticidad inusuales. Se trata de un espectáculo sin texto, que enlaza historias independientes entre ellas y que tocan varios temas que van desde la violencia, la soledad o el machismo, pasando por la solidaridad o el poder. Una técnica impecable y una dramaturgia con algún punto débil que no impidió que se llevaran al Dragón de Oro de jurado juvenil.

Kahina , de Blick Theatre, es una fábula post-apocalíptica más bien extraña, que tiene una dramaturgia irregular y mezcla lenguajes como los títeres o el circo, pero no consigue enganchar al público. También es irregular la dramaturgia de KariGuri de Giramàgic, aunque la pieza juega fuerte y con acierto —sólo hay que ver cómo los niños se muestran alerta todo el rato— la carta de la magia y los trucos visuales. La obra se mantiene gracias a la continua creación de imágenes que provoca el encuentro de dos personajes en un mundo onírico, que parece regido por una especie de filosofía feng shui . En la Muestra de Igualada se llevó el premio del público y en Lleida ha ganado el Drac d’Or al mejor espectáculo infantil/familiar.

El disgusto de no poder disfrutar del Truciolio de Coppelia Theatre, baja a última hora, y su interpretación de la obra surrealista de Remedios Varo, se vio asuviado por la asistencia a la sensacional conferencia-espectáculo del maestro Toni Rumbau, Titiritero, Doble y Sombra , a la que asistió mucho. Este titiritero de una trayectoria dilatada —fue fundador de la histórica compañía La Fanfarra y del Teatre Malic—, investigador e imprescindible divulgador del género —es responsable de los portales Putxinel·li, Titeresante y Puppetring—, que contó con la complicidad de Eudald Ferré, empezó hablando de la mano de la origen de los origen autonomía y se produce el desdoblamiento. Entonces hizo acto de presencia, invocado por el titiritero, un viejo compañero, el aventurero ibérico y trifásico, el histórico Malic. El humor, la ironía y una voluntad pedagógica inequívoca empaparon el discurso de Rumbau a la hora de tratar de explicar el hecho titiritero a través del títere de guante, pero también de la proyección de sombras. Una verdadera delicia.

Antes del espectáculo de clausura, el estadounidense Phillip Huber (Huber Marionettes) hizo una verdadera exhibición de virtuosismo en la manipulación de títeres de hilo con el espectáculo en formato revista Suspended Animation , que se llevó al Dragón de Oro del jurado infantil. La traca final de la feria llegó de la mano de la compañía chilena Belova-Iacobelli, que ofrecieron una función de la pieza Loco , basada en Diario de un loco , de Gogol, en La Lonja. No es fácil encontrar artistas que sobresalgan de la forma en que lo hicieron Tita Iacobelli y Marta Pereira tanto en la manipulación del títere que representa al protagonista, un humilde funcionario, un copista que inicia un periplo delirante en busca de su identidad hasta que se convence de que es el rey de España, como en la interpretación, la impostación de la voz el movimiento preciso y la atención a los detalles.

La pieza de Gogol es ideal para su adaptación a un espectáculo de títeres —también constituye un riesgo— debido a que el autor ucraniano profundiza en la naturaleza múltiple de cada uno de nosotros, sobre nuestros deseos y la necesidad que tenemos de aparentar para ser aceptados, que desencadena una lucha contra la realidad, contra lo establecido. En este sentido, Iacobelli y Pereira hacen un trabajo primotero jugando a fondo los mecanismos de interdependencia que se establecen entre ellas y el títere para mostrar todo su universo, muy particular. Es una puesta en escena de una sensacional altura poética, potenciada por una iluminación muy bien pensada, por un espacio sonoro que acentúa su carácter onírico y por los trucos visuales. Todo aporta una especie de magia que favorece a los pasajes de teatro del absurdo, que frecuentan en esta historia del funcionario atrapado en la rutina hasta que los límites de la realidad y la fantasía se difuminan y sumerge en un universo delirante. Inteligencia, sensibilidad, poesía, rigor, originalidad y profesionalidad son cualidades que se pueden atribuir a este montaje que cerró la Feria de Títeres de Lleida 2023 y que dio paso a un emotivo acto de entrega de los premios Drac d’Or.

REPORTAJE

FERIA TÍTERES LLEIDA 2023